
Ahora que se acerca el día de las oposiciones, es común que la mayoría de opositores comiencen a hacer simulacros de examen y… no puede haber error más grande que empezarlos ahora.
Los simulacros de examen (teoría, práctica, comentario de texto y exposiciones) deben ser una de las patas fundamentales de la preparación de oposiciones ¿De qué sirve estudiar teoría como un burro si no eres capaz de expresar lo que sabes de manera coherente en el tiempo establecido? ¿Sirve de algo hacer 1.000 ejercicios prácticos si luego te quedas en blanco delante del examen cuando ves los ejercicios? ¿No has hecho en tu vida un comentario de texto y crees que el día del examen lo vas a bordar? ¿Crees que una exposición te va a salir igual si la haces 2-3 veces que si la haces 10 veces y delante de personas que te ponen nervioso/a?
Todo, absolutamente TODO, se puede practicar con anterioridad. Y no solo se puede, si no que se DEBE hacer. Y muchas veces, empezando desde septiembre.
Este consejo suele ser chocante para mis opositores cuando se lo digo el mes de septiembre, pero en realidad es quizá lo más básico que debe incluir una buena preparación de cualquier tipo de prueba. Cuando comienza el curso, siempre les pongo el mismo ejemplo:
Evidentemente una persona que se presenta para ser bombero/a debe tener una buena forma física, por lo que suele acudir a un gimnasio con regularidad. Sin embargo, no puede simplemente “ponerse fuerte” sin enfocarse al objetivo concreto. Una de las pruebas que deben realizar para aprobar la oposición es trepar por una cuerda, y si el opositor/a se ha puesto “demasiado fuerte” cogiendo demasiada masa muscular, habrá aumentado demasiado de peso y le costará trepar por la cuerda. Por lo tanto, el futuro bombero/a deberá “ponerse fuerte”, pero practicando regularmente las pruebas a las que se enfrentará. Porque el día del examen no aprobará el que más fuerte esté, sino el que realice con éxito las pruebas a las que se va a enfrentar.
Con nuestras oposiciones pasa exactamente lo mismo. Muchos opositores y opositoras se dejan los codos estudiando, pero no realizan simulacros de examen hasta el último mes. Y ahí se dan cuenta de que durante sus meses/años de estudio no lo han enfocado bien y ya no tienen tiempo para remediarlo. Los fallos más comunes que comenten las personas que no han realizado simulacros desde el principio son:
- Saben demasiado de cada tema. Y si, esto es un problema porque en el examen tenemos 4.5 horas para hacer la teoría y la práctica. De nada sirve que escribas un súper-tema durante 3.5 horas si no te da tiempo a hacer la práctica y quedas eliminado, aunque hayas sacado un 9.5 en el tema.
- Su expresión escrita es muy mala y al tribunal le cuesta entender sus ideas. De manera general, ninguno de nosotros estamos acostumbrados a plasmar nuestras ideas en un folio de manera rápida y con mucha presión sobre nosotros. Podemos saber mucho, pero si el tribunal no lo entiende nuestra nota va a ser mala.
- Su velocidad de escritura es muy lenta. La práctica hace al maestro, y si practicas simulacros desde el principio vas a ganar tiempo de examen. No significa que vayas a escribir el doble de rápido, pero si que te de tiempo a escribir 2-3 caras más en el examen. Y esas 2-3 caras más suelen ser la diferencia entre la plaza y quedarse a las puertas.
- Su letra, capacidad para escribir recto y limpieza en general es mala al escribir tan rápido. Escribir a velocidad alta y que el examen “quede bonito” es difícil, por lo que requiere mucha práctica.
- No saben como afrontar los ejercicios prácticos cuando tienen el folio blanco delante.
- No son capaces de afrontar con lógica el hecho de que haya ejercicios que no sepan hacer. Pierden mucho tiempo dándole vueltas en vez de pasar a otro ejercicio.
- Abordan el comentario de texto sin una estrategia clara, dando tumbos y perdiendo un tiempo muy valioso. Hay una estructura clara que tenemos que tener interiorizada de antemano.
- Tienden a hacer un resumen en la parte del comentario de texto, pensando que por aportar 4 datos van a tener buena nota.
- No tienen realmente interiorizada su exposición y no se la saben como «El Padre Nuestro». No la dominan y no la exponen con la naturalidad que expone el tribunal.
- No están acostumbrados a exponer delante de gente que «les juzga con la mirada». El día del examen se sienten observados e intimidados ante cada gesto que hace el tribunal.
¿Entonces no sirven de nada los simulacros finales?
TODOS los simulacros que hagas sirven, pero la idea es empezar a hacerlos en cuanto lleves 1-2 meses estudiando. En nuestra preparación de oposiciones, empezamos desde el principio a hacer simulacros de teoría, práctica, comentario de texto y exposiciones y, por supuesto, hacemos un calendario final de simulacros que vienen a ser el broche final a todo este proceso. Por ejemplo, en las próximas semanas realizaremos:
- 8, 10 y 30 de mayo: Simulacros de exposición de programación
- 9 de mayo: Simulacro de teoría.
- 16 de mayo: Simulacro de ejercicios (macro y empresa) y simulacro de comentario de texto (se dan dos comentarios para elegir 1)
- 11 junio: Simulacro final de práctica para alumnos/as que lleven mínimo 2 años preparándose (veteranos).
- 17 de junio: Simulacro final de práctica para todos los alumnos/as (novatos y veteranos)
- Última semana de junio y dos primeras de julio (justo antes del examen): Simulacros de exposición de unidades didácticas y programación
Conclusión
Los simulacros son una de las patas fundamentales de la oposición (tan importantes como el hecho mismo de estudiar) y debemos empezarlos lo antes posible. Enfocarnos en la prueba concreta a la que nos vamos a enfrentar debe estar presente en nuestra forma de afrontar la oposición desde el primer día. Y, cuando se acerca el final, rematar todo el trabajo realizado con simulacros finales nos va a acercar más a nuestro objetivo de conseguir la plaza.